TEXTO
BÍBLICO:
Éxodo: 19: 5-6 Ahora, pues, si diereis
oído a mi voz, y guardaréis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre
todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino
de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de
Israel.
INTRODUCCIÓN
Hábitos: Modo especial de proceder o
conducirse, adquirido por repetición de actos iguales o semejantes originado
por tendencias instintivas.
DESARROLLO
Para
cambiar los malos hábitos debemos de sujetarnos a la disciplina de vida que
Dios nos demanda. Doblegar nuestra vida y traer todos nuestros hábitos ante la
presencia del Espíritu Santo para que el poder transformador de Dios provea la
capacidad de lograr todos los cambios.
LA
OBEDIENCIA ES LA PUERTA PARA LOS CAMBIOS
1- Obediencia a Dios: 1 Pedro: 1:14-16
El sistema
transformador establecido por Dios requiere obediencia incondicional y su fin
es la transferencia del carácter de Dios en nosotros. Jesús, su hijo, puso en práctica
este principio con el objetivo primero de agradar al Padre y después mostrarnos
el camino a seguir en la tierra. La obediencia debe de convertirse en un estilo
de vida, ya que no debe de ser manipulada por sentimientos o circunstancias. Los
malos hábitos conducen al fracaso y le permiten al reino de las tinieblas tomar
ventajas sobre la gente. La desobediencia es pecado y se vuelve un hábito
destructivo. El poder que resucitó a Cristo de entre los muertos, es capaz de
transformar maravillosamente nuestra vida.
2-
Oración: 1 Tesalonicenses 5:17 = cuando nos
acercamos más y más a Dios comenzamos a experimentar su poderosa influencia (es
la forma en que otros afectan nuestra vida) aprovechando esta práctica divina. Los
hábitos se adquieren por repetición de actos iguales. El hábito de orar
continuamente se puede desarrollar estando dispuestos a satisfacer a Dios y no
a nuestra carne, los resultados son grandiosos, podremos disfrutar de la
presencia íntima del Espíritu Santo y esto traerá los beneficios que Dios ha
prometido en su palabra. Alguien dijo: mucha oración, mucho poder. Poca oración,
poco poder. Nada de oración, nada de poder.
3-
Estudiar la
palabra de Dios: Salmos 119:105 = El salmista confirma la
importancia, la necesidad y la bendición de estudiar la palabra de Dios. la
palabra de Dios muestra el camino correcto, destruyendo todo hábito torcido. Es
muy duro caminar por una senda torcida y más triste aún es darse cuenta cuando
ya la vida se está acabando. El manual de Dios para adquirir hábitos eternos es
la Biblia. ¿Con qué anhelo debo de estudiar la palabra de Dios? Proverbios 2:4
Si
usted supiera que muy cerca de donde usted se encuentra está enterrado un gran
tesoro ¿Qué haría? ¿Cuál sería su reacción? Así de emocionante es escudriñar el
gran tesoro eterno de la palabra de Dios. Debemos hacerlo con mucho anhelo y
determinación.
CONCLUSIÓN
Los
hábitos son las columnas de nuestro carácter y son el reflejo de nuestra
personalidad. Los hábitos destructivos llevan al fracaso, por eso hay que
identificarlos y sustituirlos por valores eternos. Los malos hábitos son la
causa de muchos fracasos, y los buenos hábitos son la causa de muchos éxitos en
la vida de los triunfadores.
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