¿QUÉ ES UN LÍDER?
El libro de Josué nos presenta aspectos definidos y claros de lo que podríamos llamar dentro de los propósitos del Señor, un líder, es decir, una persona con características de un liderazgo espiritual maduro. Un líder es una persona que:
(Mateo 5:48, 2 Timoteo 3:17)
1. Tiene una revelación especifica (personal) de los propósitos de Dios para su vida (Josué 1:2)
2. Está dispuesta a sacrificar lo personal por el bienestar de los demás (Josué 1:2)
3. Sueña con la realización de los propósitos de Dios, es decir, ve más allá de las posibilidades humanas (Josué 1:3)
4. Conoce la dirección y el propósito de Dios para su vida y la de todo el pueblo (Josué 1:3-4)
5. Tiene una poderosa visión de los propósitos del Señor para su pueblo, y está convencido de ello (Josué 1:5)
6. Comprende que el liderazgo demanda muchísimo esfuerzo y valor.
Esfuerzo para liderar o llevar adelante el propósito de Dios (Josué 1:6)
Esfuerzo para crecer y descansar en la provisión dada por Dios (Josué 1:7)
Esfuerzo para continuar firmemente y no desmayar (Josué 1:9)
7. Está dispuesta a responder eficazmente ante la palabra recibida (Josué 1:10-11)
8. Planifica, es decir, desarrolla una estrategia y una organización efectiva para lograr el cumplimiento de los propósitos de Dios (Josué 1:10-11)
9. Trabaja en equipo, es decir, siente confianza en las personas y está dispuesto a delegar en ellas (Josué 1:10; 2:1)
10. Está dispuesta a conquistar en guerra lo prometido por el Señor (Josué 11:19)
11. Evalúa constantemente el proceso de la misión encargada por Dios, para ver el desarrollo de su efectividad (Josué 12:1)
12. Aprende a perseverar fielmente en los propósitos de Dios, es decir, no desmaya ante las dificultades y obstáculos en el camino (Josué 24:15).
13. Proyecta hacia el futuro, es decir, prepara líderes eficaces para que continúen su labor (Josué 24:31)
14. Tiene profundas convicciones y determinaciones ante su llamado (Josué 24:14-14), produciendo retos que culminan en pactos (Josué 24:21.25)
15. En su diario caminar con Dios crece y desarrolla una fe sólida, basada en una firme convicción, no en emoción; y esta fe la transmite continuamente al liderazgo que está a su cargo (Números 14:6-9).
CONCLUSIÓN: Dios nos ha llamado para que guiemos al conocimiento de Dios a todos aquellos que no le conocen.
Cuando Dios llama a un líder, lo equipa con las herramientas necesarias para que cumpla eficazmente el liderazgo.
El reconocer que es Dios quien nos ha llamado a servir, es suficiente para estar agradecidos con Él por el privilegio de ser administradores de su gracia, y siervos que están edificando a personas para que vivan dignamente, y para que tengan seguridad de la salvación.
